miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL AGUA COMO VEHÍCULO DE TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES



El agua de los ríos esta polucionada. Hay veces que el agua potable no es pura. El agua es un vehículo de enfermedades.
Los colibacilos pueden provocar perturbaciones digestivas mas o menos graves, desde la simple diarrea a serias afecciones de las vías biliares y urinarias.
Otros gérmenes, las “salmonellas”, se difunden cada vez mas por los ríos. Ellos son los responsables de las fiebres tifoideas, paratifoides y salmonelosis.
En realidad, los tratamientos encaminados a la esterilización del agua acaban rápidamente con estos gérmenes. No sucede lo mismo con los virus, sobre los cuales los procedimientos actuales (coloración y ozonización) tienen mucho menor efecto.
Sin embargo, los virus son muy numerosos en el agua bombeado por las estaciones depuradoras. El de la hepatitis virial (ictericia infecciosa) es una de las mas frecuentes: sus formas mas benignas pueden manifestarse por algunas perturbaciones digestivas; la mortalidad permanecerá elevada en los enfermos de hígado y las personas de edad. Es un circulo fatídico: durante el periodo de incubación, el enfermo arroja gran numero de virus. Se encuentran entonces en las aguas de las cloacas. Pasan enseguida a los ríos, y después, a través de las estaciones depuradoras vuelven a estar presentes en las aguas de consumo.....
El doctor Leda, director del instituto de Hidrobiología del Instituto Pasteur de Lille, piensa que vivimos en medio de bacterias y virus. No estamos enfermos, sin embargo. Bacterias, virus y parásitos llegan a un estado de equilibrio favorable a la vida en sus formas superiores. Tal vez hay, un efecto, que confiar en los mecanismos de autodefensa que inmunizan naturalmente al hombre, obligándole a ingerir, como si se tratase de una vacuna, cantidades pequeñas de agua polucionada. El problema consiste, sin embargo, en saber hasta donde puede llegar en esta ingestión.

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